jueves, 1 de agosto de 2013

Momentos de silencios...

Hay momentos en los cuales me quedo en silencio, en donde mi mente tiene una lluvia de pensamientos, en los cuales no existe una respuesta clara… Pero en mi corazón sucede lo contrario, es como si se emocionara, como si tuviera gritando algo que no puedo oír o más bien finjo no escuchar… Es raro… Pero de repente,  otra vez todo vuelve a tener un sentido, con solo recordar todo lo que he pasado, todo lo que me ha costado construir un nuevo mundo para mí, lejos de toda cobardía,  miedos, preocupaciones, vulnerabilidad, indignidad,  dependencia, desamor, lejos de todo  lo que algún día me hizo daño… Vuelvo a recordar que siempre puedo volver a comenzar, vuelvo a recordar todo lo que he aprendido, todo lo que he crecido… Y es precisamente,  cuando veo una estrella tan lejana de mi físicamente, pero tan cercana dentro de mí, cuando veo la luna con diferentes formas y recuerdo cada momento hermoso que he vivido y cuántos más me esperan, cuando escucho el mar y siento su briza en mi rostro, es como si me dijera: “hey sígueme, deja todo lo malo atrás”,  cuando veo cada atardecer  que me hace imaginar miles de historias, cuando estoy con mis amigos  y no paro de reír y por sobre todo cuando escribo, siento que todo vuelve a tener un sentido, que todo vuelve a tener una forma, un orden… Es como si estuviera dejando lo más importante de mi en un papel, en el cual no se va a borrar, en el cual permanecerá mucho tiempo más, en el cual leeré en un tiempo más y veré todos mis cambios, veré cuando he crecido y cuanto me ha costado ser quien soy actualmente, cuanto me ha costado ser más libre, ser más independiente, vivir más, sentir más, ver más allá de lo que ven mis ojos… ver el mundo de una forma tan simple y a la vez tan compleja, que muchas veces no entiendo y otras si… Siempre critiqué a la gente que estaba loca, curiosamente,  cada día me vuelvo una más de ellos…